UN DIA DE TERROR

POR ELIANA VALLÉS

SALGO DE MI CASA PARA IR A SAN MARTÍN, A ESO DE LAS 5 DE LA TARDE, PLENA HORA PICO, ME DIRIJO A LA PARADA QUE ESTA FRENTE A MIS RESIDENCIAS A ESPERAR LA CAMIONETA. LLEGA, SACO LA MANO PARA QUE SE DETENGA, LE PREGUNTO PARA ESTAR SEGURA A DONDE VA Y DIGO ¿SEÑOR PASA POR EL CENTRO COMERCIAL SAN MARTÍN? Y ÉL ME INDICA QUE SI Y ME MONTO. ME VOY PARADA YA QUE LA CAMIONETA IBA FULL, EL CALOR ESTABA INSOPORTABLE, Y YO AGUANTÁNDOME DURO DE ESO ASIENTO PORQUE EL CONDUCTOR ESTABA DESESPERADO POR LLEGAR RÁPIDO, PERO LA COLA NO LO DEJABA. SE METÍA ENTRE LOS CARROS Y PEGABA ESOS FRENAZOS QUE ME GOLPEABA CON LOS TUBOS, PUESTOS…ERA UNA TOTAL AGONÍA ENTRE LA COLA, EL CHOFER MALHUMORADO, LAS CORNETAS DE LOS OTROS CARROS Y PA’ MAS COLMO ESA MUSIQUITA A TODO VOLUMEN DE VALLENATO MAS CHOCANTE, NO ESTABA FÁCIL MI SITUACIÓN, VEÍA MI LLEGADA LEJOS, ME DECÍA LLEGARE ALGÚN DÍA.
SE MONTABA CADA GENTE MAS RARA, CON UNA MANO ME AGUANTABA LA CARTERA Y CON LA OTRA ME AGARRABA DEL TUBO, ESTABA APRETADA POR EL GENTÍO, CALÁNDOME MALOS OLORES DE DOS INDIGENTES, Y PEQUEÑOS EMPUJONES DE UN TIPO QUE ME TENIA AL BORDE RECOSTÁNDOME SU CUERPO TODO SUDADO, SE QUE LO HACIA ADREDE, Y LO QUE PENSABA ERA, SI ESTA SÁDICO INTENTA ALGO MÁS LE DOY POR DONDE MÁS LE DUELE.
EN FIN LLEGO A MI DESTINO, ME METO EN EL BANCO, HAGO MI TRANSACCION, EN ESO VEO MI RELOJ Y ME DOY CUENTA QUE SON LAS 6 Y 33 ME PARO EN LA ENTRADA DEL BANCO Y PIENSO ¿CÓMO SALGO AHORA DE AQUÍ?, NO CONOZCO LA ZONA, LE PREGUNTO AL DE SEGURIDAD, ¿SEÑOR UNA ESTACIÓN DE METRO MÁS CERCANA? Y ME DICE COMO A TRES CUADRAS ME ARMO DE VALOR Y ME PERSIGNO, Y ME DIJE “ DIOS, ACOMPAÑAME”, VOY CAMINANDO Y PARECIA PARANOICA VIENDO PARA TODOS LADOS Y CONFUNDIENDO LAS SOMBRAS CON EL PELIGRO. ES TEMPRANO Y DECIDO IR AL RECREO, CON LA TRANQUILIDAD QUE LOS CENTROS COMERCIALES NOS BRINDAN, BUSQUÉ UNA TIENDA DE ZAPATOS Y ME COMPRÉ UNAS SANDALIAS QUE DESDE HACE TIEMPO QUERIA. VI MI RELOJ Y MARCABAN LAS 9 Y 15 ATERRADA POR LA HORA ME FUI A LA VELOCIDAD QUE MIS TACONES ME PERMITIAN, Y EN ESE MOMENTO LOS ODIE CON TODA MI ALMA. DIVISÉ LA “M” DEL METRO Y MI CORAZÓN SE DESBORDÓ. ENTRÉ. SACO MI TICKET ANARANJADO, RESPIRANDO ALIVIADA. EN 20 MINUTOS (DEBIDO A UN RETRASO INEXPLICABLE) LLEGO A COLEGIO DE INGENIEROS, MI DESTINO, SALGO CON UN PASO ACELERADO, EL CORAZÓN EN LA MANO Y MI ALMA EN UN REZO CONTINUO. CAMINO A TAL PUNTO QUE POCO FALTA PARA CORRER, INTENTO DISTRAERME PENSANDO EN LOS ZAPATOS QUE ACABO DE COMPRAR Y SUS POSIBLES COMBINACIONES. CUANDO ESPERABA QUE NO PASARAN CARROS PARA CRUZAR, VI UNA SOMBRA QUE PARA DESGRACIA MIA ESTA VEZ NO FUE UNA TRETA DE MI IMAGINACIÓN. ME CONGELÉ. EL HOMBRE ME PREGUNTÓ EL NOMBRE Y YO NO LE DIJE NADA, ME PREGUNTÓ MI DIRECCION Y YO AÚN MUDA, SUDANDO FRIO, Y EL PIAZO DE SEMÁFORO QUE NO CAMBIABA Y TODOS LOS CARROS DE VENEZUELA DICIDIERON PASAR POR AHI A ESA HORA. EN ESE PRECISO MOMENTO APRECIE LAS COSAS MÁS INFIMAS DE MI VIDA Y DESPRECIE TODAS MIS QUEJAS. SEGUIA HABLANDOME Y YO DE LOS NERVIOS, CON EL CORAZÓN QUE SE ME IBA A SALIR POR LA BOCA, NO SE QUE ME DECIA, RECUERDO QUE ME PIDIÓ PLATA, LE DI 2 BOLIVARES Y SE FUE, EN ESO CAMBIA LA LUZ Y YO SÓLO MIRABA HACIA DELANTE, FUE EL CRUCE MÁS LARGO DE MI VIDA. CAMINÉ RÁPIDO, REPITIENDOME UNA Y OTRA VEZ LO CERCA QUE HABIA ESTADO DE UN ROBO. LLEGUÉ A MI CASA, NO HABIA NADIE CERRÉ LA PUERTA CON TODOS SU SEGUROS Y ME APOYÉ EN LA PUERTA ENTRE DICHA Y DESDICHA Y DANDOLE GRACIAS A DIOS UNA Y OTRA VEZ. EN MI CAMA, LUEGO DE UN LARGO BAÑO CALIENTE, 3 TAZAS DE MANZANILLA Y DOS LEXOTANIL AGRADECI UNA VEZ MÁS A MI SUERTE Y A DIOS Y ODIANDO CON TODO EL CORAZÓN LA ISEGURIDAD A LA CUAL UNO ES EXPUESTO DIA A DIA. ME DORMI. AL OTRO DIA DESPERTÉ PARA IR AL TRABAJO, LUEGO CLASES Y DE REGRESO A CASA, CON EL MIEDO Y LA PARANOIA QUE DEFINEN EL COLOR DE LAS CALLES VENEZOLANAS.