domingo, 31 de mayo de 2009

Vivir en la calle no es un delito



Por: Yohana Muñoz


Antes de haber nacido ya vivía en condiciones muy pobres y de desdicha, un mundo que jamás se lo habría imaginado y al que nadie le gustaría pasar, ese es el caso de José Torres (alias Brath) de 49 años de edad, que con un aspecto que describe la situación en la que vive, posee un gran corazón que cautiva a cualquiera que lo conozca, sin importar que sus pantalones no sean de marca levy´s o la camisa laccos, pero siempre busca la manera de verse bien como sujetándose la cabellera larga con una cola o mantener la ropa lo más limpio posible.
Su forma de expresarse es coloquial “¡no vale, aquí está el lomito del bueno!” frase que suele decir a menudo pero nunca faltando el respeto hacia las personas, que son su primer y único cliente. Vive debajo de un puente, donde apenas posee ciertos equipos personales como: un colchón, cobija y una radio, se baña del agua que sale de una tubería y consiguió unos cables para conectárselos al televisor que todavía no tiene, “mi niña, si tienes un televisor en blanco y negro me lo traes, para que pueda ver cualquier canal”.


Toda la semana incluyendo los fines de semana, a partir de las 7:00pm comienza el día para Brath, porque se dispone a ir a trabajar como cuidador de carros, pero antes debe subir a pie, una rampa sumamente empinada y larga para llegar a su área de trabajo en el bodegón de los naranjos, que culmina a la 1:00 de la mañana. A pesar de ser un vagabundo que vive en condiciones muy malas, trata de estar puntual con la hora de llegada porque ese es su única profesión y por lo tanto quiere ser responsable.


El sueldo que Brath recibe semanal por los dueños del local de los perros caliente son 120bolívares fuertes y la propina que le da la gente es de 50 a 60 B.F., esto da como promedio mensual 680 B.F., es muy poco dinero para subsistir y pueda salir de las calle, pero es el único lugar donde se siente a gusto.

Brath mucho antes de ser cuidador de carros, era un pequeño niño que a partir de los 13 años de edad ya consumía drogas para calmar u olvidar la vida que llevaba en el pasado y presente, que pensaba que sería diferente, sin embargo sus estudios los culminó hasta 5º grado, pero nunca perdió su sueño que era ser un gran abogado. En la calle tuvo que afrontar una serie de obstáculos como maltratos, abusos, robos y hasta puñaladas, que lo han hecho ser un hombre mas duro pero al mismo tiempo débil de corazón.
Creo que todos los seres humanos debemos ayudar a los mas necesitados y tratarlos con el mayor respeto sin importar de que clase social vengan, porque al final ellos no decidieron estar donde están.






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